Del 2 al 14 de mayo de 2023, la capital omeya abre sus oasis de calma, frescor y fragancias florales a todos los visitantes.
Desde hace más de un siglo, Córdoba recibe la primavera engalanándose para su Festival de los Patios, una celebración en la que docenas de ellos se preparan para competir en belleza. Los días en los que se desarrolla esta cita primaveral permiten descubrir una Córdoba que vive la fiesta en sus calles, respirando aromas a jazmín, azahar y otras flores. Viajar a la ciudad andaluza coincidiendo con esta evento es un aliciente añadido a la visita de sus monumentos y callejones típicos.
Un poco de historia
Junto a su monumental Mezquita-Catedral, uno de los emblemas arquitectónicos más característicos de Córdoba son sus patios, un lugar de convivencia y centro de la vida familiar, donde historia, luz, agua y flores crean un ambiente único. La capital cordobesa organiza cada primavera la vistosa Fiesta de los Patios, una cita que ya cuenta con algo más de un siglo de historia.
El Ayuntamiento cordobés la convocó por primera vez en 1921 y en aquella edición pionera solo participaron tres patios. Pocos años antes, algunos cordobeses habían decidido abrir al público sus casas en primavera para mostrar y presumir de estos coloridos recovecos.
El éxito de entonces impulsó al Ayuntamiento a organizar un certamen que fuese un reclamo popular y a la vez ayudase a dar a conocer y preservar la arquitectura costumbrista cordobesa. Durante las jornadas de la fiesta, la visita a los patios es libre y gratuita y no se requiere reserva previa.
Un concurso aromático y multicolor
En la edición de 2023 participan oficialmente 54 patios (24 de arquitectura antigua, 22 modernos y 8 catalogados como «singulares»), además de otros 9 institucionales que pueden pueden visitarse fuera de concurso. Entre estos últimos destacan el patio del Museo de Bellas Artes y Museo de Julio Romero de Torres (plaza del Potro), el del Archivo Histórico Provincial de Córdoba (calle Pompeyos 6), el del Museo Arqueológico de Córdoba (plaza de Jerónimo Páez), el del Centro de Interpretación del Patio (Trueque 4) o el de la Casa Árabe (Samuel de los Santos Gener 9).
El Ayuntamiento ofrece un mapa interactivo donde se ubican los patios divididos en 6 itinerarios recomendados por zonas: Ruta 1, Regina y El Realejo; Ruta 2, Santa Marina y San Agustín; Ruta 3, San Lorenzo; Ruta 4, Santiago y San Lorenzo; Ruta 5, Judería y San Francisco; y Ruta 6, el Alcázar Viejo.
Itinerarios recomendados
Recorrer Córdoba durante la celebración del festival permite descubrir patios tradicionales, otros palaciegos, señoriales, de conventos o iglesias… Abundan en los aledaños del Alcázar Viejo, entre el Alcázar y la parroquia de San Basilio; en el barrio de Santa Marina, alrededor de San Lorenzo y la Magdalena; y entorno a la Mezquita-Catedral en el barrio de la antigua Judería. El centro histórico de Córdoba forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la Unescodesde 1984.
Homenaje a los cuidadores
En diversos rincones del centro histórico cordobés pueden descubrirse tres conjuntos escultóricos creados como homenaje a las cuidadoras y cuidadores de los patios de la ciudad. La primera, inaugurada en 2014, fue La Regadora, en la plaza Puerta del Rincón, una fémina en bronce que es una de las más fotografiadas por su belleza.
En la plaza de Manuel Garrido Moreno puede verse Abuelo y niño, que representan el vínculo entre las pasadas generaciones que crearon la fiesta y las futuras que recibirán el revelo: el niño, subido a una escalera, extiende la mano para coger la maceta que le tiende el abuelo. El último conjunto es El pozo de las flores, en la plaza Poeta Juan Bernier.
Está formado por dos figuras en bronce también y de tamaño natural: una abuela con delantal y alpargatas aparece sentada en una silla, sosteniendo una maceta en la que trasplanta geranios, mientras una niña sujeta una flor en su pecho y observa atentamente a la abuela mientras ambas intercambian miradas cómplices. Una pérgola y un pozo enriquecen el conjunto, donde no falta una silla vacía a disposición de cualquier visitante.
Arquitectura popular
Los patios son un elemento común de la arquitectura tradicional de muchos países de la cuenca mediterránea, donde estos espacios de frescor proliferaron en enclaves de clima seco y caluroso. En el sur peninsular, los romanos primero y luego los árabes construían sus casas con fachadas orientadas al interior: entonces primaba la privacidad y el aspecto exterior de las viviendas carecía de relevancia. La vida transcurría alrededor de patios centrales. Con suelos enlosados o de mosaicos, tenían además funciones prácticas, como dejar pasar la luz y el aire, y así iluminar y ventilar las estancias a su alrededor, o recoger el agua de lluvia en fuentes, estanques, lavaderos o pozos. Aquella herencia arquitectónica perdura en Andalucía donde estos oasis privados se llenan de flores plantadas en arriates y en macetas, para hacerlos más agradables y aumentar la sensación de frescor, y disfrutar del colorido en primavera.